miércoles, 30 de julio de 2008

Desiderata





Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda qué paz puede haber en el silencio. En la medida de lo posible y sin traicionarte procura vivir en buenos términos con todo aquel que te rodea. Di tu verdad tranquila y claramente; y escucha a los demás, incluso al aburrido y al ignorante; ellos también tienen una historia que contar.

Evita a los ruidosos y a los agresivos, ellos afligen al espíritu. Si te comparas con otras personas, puedes tornarte vanidoso y amargo; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros y también de tus planes.

Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Sé cuidadoso en los negocios; pues el mundo está lleno de trampas. Pero no dejes que esto te ciegue a la virtud del mundo, muchas personas luchan por grandes ideales, y en todas partes la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo. En especial, no finjas afecto. Tampoco seas cínico ante el amor, porque frente a la aridez y al desencanto, el amor es perenne como la hierba.

Toma con serenidad el consejo de los años, y renuncia grácilmente a los dones de la juventud. Nutre la fuerza del espíritu para protegerte de las desgracias inesperadas, pero no te crees falsos fantasmas. Muchos miedos nacen de la fatiga y la soledad. Sin olvidar una justa disciplina, sé amable contigo mismo.

Eres un hijo del Universo, no menos que los árboles y las estrellas. Tienes derecho a estar aquí. Y no importa si te resulta evidente o no, no hay duda de que el Universo se está desarrollando como debe.

Por ello procura estar en paz con Dios, no importa cómo lo imagines. Y, cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz en tu espíritu en la ruidosa confusión de la vida.

A pesar del trabajo duro, las falsas esperanzas y los sueños rotos, éste sigue siendo un mundo hermoso.

Procura estar alegre.

Lucha por ser feliz.

AUTORETRATO - Pablo Neruda




Por mi parte, soy o creo ser duro de nariz,
mínimo de ojos, escaso de pelos en la cabeza
creciente de abdomen, largo de piernas,
ancho de suelas, amarillo de tez, generoso
de amores, imposible de cálculos, confuso
de palabras, tierno de manos, lento de andar,
inoxidable de corazón, aficionado a las
estrellas, mareas, maremotos, administrador de
escarabajos, caminante de arenas, torpe de
instituciones, chileno a perpetuidad, amigo
de mis amigos, mudo de enemigos,
entrometido entre pajaros, mal educado en
casa, tímido en los salones, arrepentido sin
objeto, horrendo administrador, navegante
de boca, y yerbatero de la tinta, discreto entre
los animales, afortunado de nubarrones,
investigador en mercados, oscuro en las
bibliotecas, melancólico en las cordilleras,
incansable en los bosques, lentísimo de
conversaciones, ocurrente años después,
vulgar todo el año, resplandeciente
con mi cuaderno, monumental de apetito,
tigre para dormir, sosegado en la alegría,
inspector del cielo nocturno, trabajador
invisible y desordenado, persistente, valiente
por necesidad, cobarde sin pecado,
soñoliento de vocación, amable de mujeres,
activo por padecimiento, poeta por maldición
y tonto de capirote.

El vuelo de la mariposa



Un hombre fue encargado de cuidar un capullo de mariposa. No dejaba de observarlo fascinado, esperando no perderse el momento en que la mariposa saliera del mismo. Un día apareció un pequeño orificio y entonces observó durante largas horas que la mariposa luchaba por poder salir, pero a pesar de que forcejeaba duramente, no lo lograba. Hasta que llegó el momento en que dejó de luchar pues aparentemente su intento había fracasado. El único logro había sido desgarrar un poco el orificio.
El hombre, bondadoso decidió ayudar. Con unas tijeras amplió el orificio y así la mariposa pudo salir finalmente. Sin embargo, al salir del capullo, la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y las alas pequeñas y dobladas. El hombre continuó observándola angustiado por el temor de perderla, esperando en que cualquier instante las alas se desdoblaran y cobraran fuerza para soportar el peso, y emprender su vuelo.
Nada de eso sucedió, la mariposa sólo podía arrastrarse en círculo con su cuerpo hinchado y sus alas dobladas. La mariposa nunca pudo volar.
El hombre a pesar de su noble intención de ayudarla, no se había percatado de que la restricción de la apertura del capullo, y la lucha requerida por la mariposa, era la forma en que la naturaleza forjaba fluidos del cuerpo de la pequeña hacia las alas, para que crecieran grandes y fuertes, y la habilidad para adornar el bosque con sus bellos colores y gracioso vuelo.
Al ahorrarle la lucha, ese hombre privó a la mariposa de la libertad de volar que debería de llegarle a su debido tiempo, después del esfuerzo necesario. La libertad, se gana solamente después de la lucha. El hombre comprendió que su labor era cuidar que nada externo perjudicara el capullo.

Aprender a leer


Mi hija Carla de vacaciones en Cabo Verde.


SGEUN UN ETSDUIO DE UNA UIVENRSDIAD
IGNLSEA, NO IPMOTRA EL ODREN EN EL QUE LAS
LTEARS ETSAN ERSCIATS, LA UICNA CSOA IPORMTNATE
ES QUE LA PMRIREA Y LA UTLIMA LTERA
ESETN ECSRITAS EN LA PSIOCION COCRRTEA.

EL RSTEO PEUDEN ETSAR TTAOLMNTEE MAL
Y AUN PORDAS LERELO SIN POBRLEAMS.
ETSO ES PQUORE NO LEMEOS CADA LTERA POR SI MSIMA,
SNIO LA PAALBRA EN UN TDOO.

PRESNOAMELNTE ME PREACE ICRNEILBE.
TNATOS AOÑS DE COLGEIO A AL MRIEDA.